La nueva versión de FISA (Foreign Intelligence Surveillance Act) aprobada por la Cámara de Representante controlada por los DEMOCRATAS legaliza hasta el 2012 las violaciones del poder ejecutivo a la Cuarta Enmienda de la Constitución (el derecho de los ciudadanos a la seguridad de sus personas, domicilio, documentos y efectos contra investigaciones y registros irrazonables) y atrasa el reloj de los derechos ciudadanos por treinta años. Para sorpresa de sus seguidores, el Senador Obama apoya el proyecto de la Cámara y se espera que le vote a favor en el Senado.
La primera versión de FISA fue legislada en 1978 para evitar los abusos de las agencias de inteligencia según fueron revelados en los 1970 por el Church Committee. La aprobación de FISA fue precedida por una decisión de Tribunal Supremo declarando inconstitucional el espionaje sin ordenes judiciales. FISA contemplaba sólo el espionaje de personas fuera de territorio de EEUU. La ley atravesó enmiendas, las más significativas fueron tras el 9/11. La del 2002 aumentaba el período de acción del Secretario de Justicia de 24 a 72 horas antes de informar al tribunal FISA de la intención de espiar a una persona y la del 2004 para la eliminar el requisito de que sólo no residentes actuando bajo instrucciones de gobiernos extranjeros podían ser tarjetas de espionaje. Tras el 9/11, Casa Blanca también aprobó en secreto un programa de espionaje electrónico contra ciudadanos violatorio de las disposiciones de la ley que instrumentaba el espionaje electrónico - inclusive de ciudadanos- sin autorización judicial. En este programa violatorio de derechos individuales participaron, a petición del Departamento de Justicia – el grueso de las corporaciones de telecomunicaciones.
En el 2006 el New York Times reveló que el gobierno de Bush espiaba ciudadanos sin autorizacion del tribunal y los congresistas republicanos decidieron mirar el asunto de cerca. A pesar de haber sido tan condecendiente con Bush en mútiples asuntos, el Congreso Republicano no accedió a reformular FISA al capricho del ejecutivo. En el proceso se incoaron en los tribunales cerca de cuarenta pleitos civiles contra las telecoms que se prestaron a violar derechos ciudadanos, simplemente por que el ejecutivo así se los solicitó. Los casos han progresado poco dada la renuencia de Casa Blanca y las agencias de seguridad de cooperar con el descubrimiento de prueba. Las violaciones a FISA implicaban conllevan también penalidades criminales, así como multas por actuar sin una orden del tribunal FISA.
Pareció que tras a victoria demócrata en las elecciones congresionales del 2006, Bush desistiría de reclamar autoridad ejecutiva para espiar ciudadanos sin orden judicial. En lugar de ello comenzó un intenso cabildeo en Washington para que el Congreso legalizara las violaciones a la Cuarta Enmienda y otorgara inmunidad retroactiva a las telecoms, haciendo irrelevante los pleitos privados. Jay Rockefeller (D-WV) presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara ha sido el más fervierte defensor de la propuesta de inmunidad para las telecomunicadoras involucradas: AT&T, Cingular Wireless, BellSouth, Sprint and MCI/Verizon. La propuesta de inmunidad retroactiva de Rockefeller fue repudiada por sectores celosos de los derechos civiles. Aún así el congresista se opuso a otorgar mayores poderes al ejecutivo para espiar ciudadanos y residentes.
En agosto pasado el Congreso demócrata aprobó una extensión provisional de seis meses con enmiendas a FISA que, bajo el título engañoso de Protect America Act, hizo concesiones a Casa Blanca permitiendo que el Secretario de Justicia pudiera espiar a un ciudadano en suelo de EEUU sin contar con una orden judicial, con tal que alegara razón para creer que la otra persona se comunicaba desde ultramar. Los tribunales fueron despojados de poder sobre el asunto. Aunque el Senador Obama votó contra el proyecto, en febrero pasado en el país de los ciegos... cuestionamos que el asunto de FISA no se hiciera parte de las posiciones reclamadas a los candidatos a la nominación demócrata Obama y Clinton. La falta de cuestionamiento a los candidatos sobre este aspecto es particularmente llamativa en vista de que existe preocupación entre la ciudadanía e inclusive en el Congreso sobre los programas de espionaje a los ciudadanos y la confección de listas que serían utilizadas para arrestos y detenciones masivas en caso de una emergencia nacional decretada por el ejecutivo.
Terminada la competencia por la candidatura demócrata a la presidencia y más cercanas las elecciones, los demócratas han aprobado una serie de proyectos que parecen salidos de la pluma republicana guerrerista post 9/11: presupuesto de guerra de $160B, enormes subsidios a Israel, $400 M para operaciones encubiertas contra Irán, inclusión de la Guardia Presidencial entre la lista de organizaciones terroristas, etc.
El 20 de junio pasado la Cámara de Representante de mayoría demócrata aprobó el proyecto de ley negociado (Hoyer-Bush) (H. R. 6304) que permite el espionaje masivo e indiscriminado de ciudadanos y convierte la revisión judicial en puro cosmético, pues el tribunal sólo tendrá autoridad para examinar el procedimiento (sin recibir conocimiento de las personas o circunstancias del espionaje) y ello sólo, como ha denunciado la ACLU, si esto no retrasa el proceso. La ley también otorgaría inmunidad retroactiva a las compañías de telecom y decidiría de un plumazo todos los casos que hoy se encuentran bajo escrutinio judicial. La inmunidad de las telecoms (retroactiva y prospectiva) obrará en detrimento del respeto a los derechos de privacidad de los clientes de las telecomunicadoras, las que se plegarán a las peticiones del gobierno sin temor a consecuencias judiciales y en protección de sus intereses económicos. Qwest Communications International, por ejemplo, que se negó a entregar records de sus clientes telefónicos en 2001, fue penalizada económicamente por el gobierno.
La mayor sorpresa de esta jornada ha sido que el Senador Barrack Obama, presunto candidato presidencial demócrata, declaró su apoyo al proyecto Hoyer-Bush, aunque timidamente ofreció revisar el asunto de la inmunidad cuando el proyecto llegue al Senado. La posición de Obama ha levantado ronchas en los sectores que le apoyaron por su consigna de cambiar a Washington. Un reciente editorial del New York Times reclamó mayor liderato al Senador Obama y le instó a detener el llamado compromiso entre republicanos y demócratas. (Capitulación demócrata sería más adecuado.) Sectores que fueron instumentales en el apoyo primarista a Obama y hoy le reclaman al senador su posición sobre FISA incluyen a Move.On, con tres millones de miembros y cuya capacidad de recaudar fondos por Internet le dio la ventaja a la campaña de Obama frente a Clinton. Move.On inició una campaña para pedir a Obama que reconsidere su posición. Arriana Huffington otra prominente obamista se ha mostrado particularmente iracunda con el viraje de Obama. Un paseo por la blogosfera revela un gran malestar con la decisión tomada por Obama: DailyKos, Huffington Post, FireDogLake, Hullabaloo, Atrios, Glenn Greenwald, Crooks and Liars, Talking Points Memo, Democratic Underground, Democrats.com, Down With Tyranny, Cliff Schecter, Raw Story, Political Animal, Low Bar y en la página misma de Obama, los blogueros han instalado una petición al senador.
El revuelo entre los sectores seguidores de Obama puede haber causado impacto en un grupo de demócratas en el Senado. El líder de la mayoría en el Senado Harry Reid ha dicho que votará en contra del proyecto, pero no evitará la votación. Reid es objeto de una campaña en línea de la ACLU que le exige que defienda la Constitución. El senador Chris Dodd (D-CT) y el senador Russ Feinglold (D-WI) lograron la posposición de la votación del proyecto hasta después del receso del 4 de julio y han anticipado que harán filibusterismo para evitar que se vote.
En días recientes han sido desmentidas las excusas de los demócratas que favorecen el “compromiso” respecto a FISA, disque porque el proyecto aprobado en la Cámara coloca protecciones en la ley que no eran posibles con la actual versión dado que los pleitos por violaciones a la ley eran imposibles porque el Presidente Bush, alegando un privilegio ejecutivo y de comandante en jefe militar, rehusaba entregar información sobre quiénes han sido objeto de espionaje y se hacía imposible el descubrimiento de prueba. No obstante tales alegaciones de Bush y las excusas de algunos demócratas (la mitad de los demócratas de la Cámara que votó a favor) ya son tres los jueces federales que rechazan las alegaciones de Bush de que tiene autoridad para ignorar las provisiones de FISA. Apenas hace un par de días, en el pleito de FISA Al Haramain v. Bush, un juez de distrito federal, nombrado por el mismo Bush, dijo que FISA posee autoridad preferente frente al privilegio de secreto de estado y que las telecomunicadoras no tienen base para reclamar inmunidad.
A pesar de ello y de la presión generada por los sectores que le dieron el triunfo en las primarias Barack Obama publicó ayer una declaración en su página electrónica reiterando su posición en un lenguaje que no parece el del Obama que ofrecía cambios significativos en la forma de hacer política en Washington.
Algunos analistas consideran que este aparente viraje en U de la política demócrata ocurre a causa de la velada amenaza de un nuevo evento de terrorismo en EEUU tras el que los demócratas y su candidato presidencial puedan ser acusados de flojera en asuntos de seguridad nacional y que ello resulte favorable a la campaña presidencial del republicano McCain. Es cierto que hay demócratas que sólo les interesa su reelección, pero aunque éste fuera el caso, a los norteamericanos les preocupa más la economía que el terrorismo, según una reciente encuesta de Gallup. Pero puede ser que a muchos demócratas también le interese entregarle poderes especiales a un probable Presidente Obama que tendrá que bregar con la realidad de una crisis económica mayor y con la competencia de poderes en ascenso como China y la Unión Rusa. Antes que ceder poder económico ni en lo doméstico ni en lo externo, la oligarquía de EEUU y sus aliados en el mundo apostarán a una nueva guerra por el reparto del mundo. Washington simplemente se prepara para enfrentar la anticipada oposición de importantes sectores del pueblo de EEUU a la extensión de la guerra y a medidas económicas de gran rigor. Ojala, me equivoque.
1 comentario:
En estos últimos años se ha visto una tendencia en el congreso americano de ir por encima d ela constitución. Esto que reseñas es algo que se veía venir. Tal pareec que el congreso estadounidense quiere crear un estado totalitario a fuerza de legislaciónes a prueba de revisiones de la Corte Suprema. Sobre el último parrafo donde mencionas que haya una posible amenaza terrorista cercana a las elecciones recuerdo como en el 2004 cuando Bush estaba por el piso y parecía que Kerry estaba virtualmente en la silla presidencial apareció Osama Bin Laden en un video y Bush ganó las elecciones.
No me extrañaría (ojalá y no ocurra) que cercano a las elecciones ocurran varios ataques terroristas o una reaparición de Osama bin Laden para que la gente piense que les conviene quedarse con el gobierno republicano, "su Protector".
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