Wow, wow, guau, en estos próximos meses, al menos, no será muy confiable para los ciudadanos de EEUU hacer uso del derecho de expresión por teléfono o correo electrónico. La administrción de Bush logró "acobardar" a los congresistas demócratas que votaron para aprobar una ley que le otorga al Presidente Bush poderes que van más allá del espionaje telefónico ilegal que llevó a cabo tras los ataques del 9/11. La nueva ley despojan a FISA de las protecciones a los derechos ciudadanos y permiten al Fiscal General decidir cuando - sin orden judicial - intervenir una conversación telefónica o correspondencia electrónico, con tal que "se entienda razonablemente" que una de las personas se encuentra fuera del territorio de EEUU. Los tribunales quedan al margen de tales operaciones.
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