La decisión no entra en el asunto de la absoluta fe y crédito hacia los actos y contratos de los estados y no obliga a un estado a reconocer los matrimonios o divorcios de parejas del mismo sexo celebrados en los estados donde han sido legalizados. La ley fue deshabilitada por no reconocer la autoridad de cada estado a definir el contrato de matrimonio y negarle a las parejas del mismo sexo los beneficios federales que se otorgan a las parejas heterosexuales. La decisión lee en parte:
To conclude, many Americans believe that marriage is the union of a man and a woman, and most Americans live in states where that is the law today. One virtue of federalism is that it permits this diversity of governance based on local choice, but this applies as well to the states that have chosen to legalize same-sex marriage. Under current Supreme Court authority, Congress’ denial of federal benefits to same-sex couples lawfully married in Massachusetts has not been adequately supported by any permissible federal interest.Una traducción liberal:
En conclusión, muchos americanos creen en el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer y la mayoría de los americanos viven en estados donde esa es la ley. Una de las virtudes del federalismo es que permite diversidad de reglas que adoptadas mediante decisiones locales, lo que aplica también a los estados que han decidido legalizar el matrimonio del mismo sexo. Siguiendo la doctrina del actual Tribunal Supremo, la negativa del Congreso a extender beneficios federales a parejas del mismo sexo que han contraído matrimonio legalmente en Massachusetts no está fundamentada en interés federal alguno.El caso es Gill v. Office of Personnel Management.
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