2016-02-21

Rusia advierte a Erdogan que usará armas nucleares tácticas si sus fuerzas en Siria son atacadas por Turquía.

El periodista investigativo Robert Parry ha publicado recientemente que fuentes rusas le han dicho que el gobierno ruso advirtió al presidente turco Erdogan que Rusia está lista a usar armas nucleares tácticas para defender sus fuerzas en Siria de un ataque de Turquía.

La información ha pasado debajo del radar de la prensa y comentaristas de EEUU.

El texto de Parry lee como sigue:
“A source close to Russian President Vladimir Putin told me that the Russians have warned Turkish President Recep Tayyip Erdogan that Moscow is prepared to use tactical nuclear weapons if necessary to save their troops in the face of a Turkish-Saudi onslaught. Since Turkey is a member of NATO, any such conflict could quickly escalate into a full-scale nuclear confrontation.” 
"Una fuente cercana al presidente ruso Vladimir Putin me dijo que los rusos han advertido al presidente turco Recep Yayyip Erdogan que Moscú está preparada para usar armas nucleares tácticas, de ser necesario, para salvar sus tropas ante una embestida turco-saudí.  Puesto que Turquía es miembro de la OTAN, un conflicto de ese tipo podría escalar prontamente en un enfrentamiento nuclear de gran escala."

 Robert Parry es un periodista de gran prestigio e integridad, por lo que no hay razón para dudar de su veracidad, aun cuando la fuente citada sea anónima. Cabe la posibilidad que su fuente haya inventado la información o que, tal vez, no sea una fuente allegada a Putin como alegó.

No obstante, llama la atención que el 11 de febrero, mientras el Consejo de Seguridad Ruso se reunía, las fuerzas armadas rusas informaran a Putin de una serie de ejercicios militares de última hora en el distrito militar sur que parecían tener de objetivo la rápida movilización militar contra Turquía.

Si la advertencia citada por Parry ocurrió ese día o al día siguiente, ni EEUU ni Turquía habrían podido ignorar el significado de la súbita movilización rusa. De ser cierta la advertencia, la reunión del Consejo de Seguridad Ruso probablemente fue convocada para discutir y autorizar la misma.

Durante la llamada de Obama a Putin, un día después el 14 de febrero, la advertencia a Turquía puede haber sido tema de la conversación y ello explicaría las versiones disimiles que los dos países ofrecieron respecto a la conversación.

El Financial Times reporta que EEUU y aliados advierten a Turquía y Arabia Saudi contra una invasión a Siria y un vocero de la OTAN asegura que la alianza evitará que los turcos desplieguen tropas en territorio sirio. Hasta ahora, los turcos y saudis no han cumplido sus amenazas de invasión contra Saddan. Los turcos aclaran que no enviarán tropas de manera unilateral y sólo como parte de una expedición dirigida por EEUU. Sus acciones se han limitado al bombardear fuerzas kurdas al cruzar de la frontera cerca de Azaz y demandar que los kurdos se mantengan lejos de la franja que intentan convertir en "zona de amortiguamiento". De otra parte, el anunciado despliegue de aviación militar a la base de EEUU de Incirlik Turquía, no parece tener el peso anunciado si es que ocurrió.

A pesar de la acumulación de tropas turcas en la frontera con Siria, cada día que pasa, y al perder el elemento sopresa, es menos probable que Erdogan se lance directamente en una aventura militar contra Assad. No obstante, Erdogan y su gobierno permanecen firmes en resistir el progreso de los kurdos del YPG que combaten a los yijadistas en Alepo. Los kurdos sirios del YPG (Unidades de Protección Popular) han resistido con éxito a los yijadistas de Daesh-ISIS. En 2012 los expulsaron  de  Kobane, villa en la provincia de Alepo y rompieron el cerco de los yijadistas en enero de 2015. A menudo la Prensa occidental los confunde con los peshmergas, las unidades de kurdos combatientes de Iraq.

Los kurdos constituyen el grupo principal en las Fuerzas Democráticas Sirias organizadas en 2015, los únicos aliados en tierra con que cuenta EEUU contra ISIS. Representan la única opción para Washington de ejercer cierta influencia tras una probable derrota de Daesh-Isis, al Nusra, Al Sharam y demás grupos yijadistas en territorio sirio.  Por su parte, Turquía, aliado tradicional de EEUU, reclama a Washington por haber usado su aviación para proveer techo  a los kurdos sirios y facilitar sus victorias militares. El gobierno turco sostiene que las YPG son aliadas del partido y las milicias del PKK (Partido de los Trabajadores Kurdos). Los kurdos constituyen cerca del 25% de la población en Turquía y desde 1984, el PKK sostiene una lucha contra el estado turco, por los derechos políticos y culturales de los kurdos de Turquía. El gobierno turco insiste en que se trata de grupos terroristas y la OTAN mantiene la calificación de organización terrorista que impuso al PKK en 2005.

Los YPG y Jaish Al Thuwar (Ejército Revolucionario) de kurdos y grupos árabes, turcmanos y asirios (Fuerzas Democráticas Sirias) han liberado casi toda la franja sur en la frontera sirio-turca. Las YPG controlan los cantones de Jazira, Kobani y Afrin.  Los kurdos sirios se proponen tomar Jarabulus y Azaz para cerrar el corredor de aprovisionamiento y contrabando de petróleo de los yijadistas en la frontera turco-siria y unificar el territorio que llaman Rojava. Han logrado avanzar en ese propósito, ayudados por la aviación de la Federación Rusa con la que recientemente establecieron acuerdos de colaboración en el campo de batalla. Los kurdos coordinan, además, sus esfuerzos con el Ejército Sirio.

El avance de los kurdos sirios y las FDS y el repliegue de fuerzas yijadis apoyadas  por el gobierno turco y las monarquías saudi y quatari, tiene alarmado al gobierno de Erdogan. Turquía inició el bombardeo desde su lado de la frontera contra las fuerzas kurdas y de las FDS y hace unas horas el Primer Ministro turco Davoglotu hizo el más reciente reclamo a EEUU para que apoye a Turquía contra las YPG. El gobierno turco teme que un Rojava autónomo sirva de ejemplo a los kurdos en Turquía y complique sus planes de liquidación del régimen kemalista y la recuperación del imperio otomano.

Para complicar el cuadro de guerra, grupos rebeldes apoyados por EEUU se quejan de ataques por parte de los kurdos. Mientras Casa Blanca condena a los rusos y al gobierno sirio por atacar a grupos "moderados" que alegadamente no son yijadis, no ha podido lograr que sus aliados kurdos no ataquen a estos aliados moderados.

Aun más, pareciera que Washington juega con dos cartas en el campo de batalla. Mientras la CIA apoya a grupos rebeldes "moderados" mezclados con grupos extremistas como Al Nusra (Al Qaeda), Al Sharam, el Ejército de Conquista y otros, el Pentágono presta apoyo directo y adiestramiento a los kurdos y a las FDS que combaten a los grupos yijadis. En octubre pasado, justo cuando Jaish al-Thuwar pasaba a formar las FDS junto al YPG, Obama anunció el destaque de 50 fuerzas especiales para asistir al FDS contra ISIS. Ahora Pentágono admite que fuerzas especiales suyas en el norte de Siria junto al FDS se mantienen en contacto con las fuerzas rusas en Siria y las fuerzas oficiales.  Como aliado de EEUU, Jaish al-Thuwar disfrutó de inmunidad con grupos anti Assad moderados y radicales, pero el reciente bombardeo turco contra sus fuerzas es señal de que Turquía dio luz verde a sus afinidades en Siria para que lo ataquen.

Pareciera que Washington pelea una guerra por poder en la que el Pentágono y la CIA se enfrentan.

La explicación al aparente acertijo data del verano de 2013, cuando la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) y el Estado Mayor Conjunto prepararon un informe para Obama en el que indicaban el fracaso de su política de armar grupos rebeldes moderados sirios contra Assad. El informe pronosticaba el caos tras la caída del régimen de Assad y el control del país por yijadis extremistas, tal como había ocurrido en Libya en 2011, cuando Obama ordenó una intervención sin consultar al Congreso. Para el 2013, la CIA llevaba un año actuando mediante aliados en el RU (M16), el RAU y Qatar para mover armas y abastecimientos contra Assad desde una anejo de la CIA en Benghazi, Libia (con el aval del Departamento de Estado), a través de Turquía.

La información revelada por el periodista Seymour Hersh apunta a que lo que había iniciado como un programa de Washington para apoyar a rebeldes moderados había sido secuestrado por Turquía y transformado en un plan de suministros de armamentos, tecnología y logística para toda la oposición a Assad, incluyendo a Jahbat Al-Nusra (Al Qaeda en Siria) y Daesh-ISIL. Peor aun, decía el informe que las fuerzas moderadas se habían dispersado y del Ejército Libre Sirio sólo quedaba un grupete estacionado en una base aérea en Siria. La conclusión: EEUU armaba extremistas.

En su artículo publicado en el London Review of Books, Hersh añade que Michael Flynn, director de la DIA entre 2012 y 2014, le contó acerca de las continuas advertencias en el sentido de que los yijadis dominaban la oposición siria, pero que, no obstante, los informes de la DIA eran continuamente rechazados por la administración Obama.

La información de inteligencia militar al Presidente Obama incluyó un análisis que contradecía la versión de que el gobierno sirio fuera responsable del ataque con gas contra civiles que Obama invocó para justificar la intervención militar que fue frustrada por la pronta intervención de otros países.  En el otoño del 2013, los jefes militares de EEUU decidieron tomar acción sin recurrir a los canales políticos y proveer información de inteligencia recogida por EEUU a las autoridades militares de Alemania, Israel y Rusia, en la confianza de que la misma llegaría al ejército sirio y empleada contra el enemigo común al Nusra y Daesh-ISIL.

A partir de entonces, de acuerdo al reportaje de Hersh, el Pentágono realizó diversas acciones dirigidas a evitar que los yijadis asuman el control de Siria y a remediar la intromisión de la CIA en el asunto y los errores de política en el Medio Oriente de la Administración Obama. Aun cuando el Pentágono mantiene contacto con las fuerzas rusa y sirias en batalla,  según Hersh, los esfuerzos del Pentágono han sido disminuídos tras el retiro del General Dempsey como Jefe de Estado Conjunto y su sustitución por el General Josehph Dunford, quien comentó el pasado octubre que EEUU debía colaborar de cerca con su aliado turco para asegurar la frontera norte de Siria y hacer el máximo para habilitar a las fuerzas de oposición siria o "moderados" para que combatan a los extremistas.

Obama sabe lo que Erdogan viene haciendo y conoce las intenciones del gobierno turco. Sabe que los llamados "moderados" carecen de un mando central que las probabilidades de ser una fuerza dominante o de influencia significativa en la eventual caída de Assad son nulas. Sólo él sabe porque no detiene a Erdogan y Arabia Saudi y porque insiste en eliminar el único estado secular de relevancia en la región.


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