2008-05-30

Primarias presidenciales en Puerto Rico: to vote or not to vote

El próximo domingo 1ro de junio se celebran primarias presidenciales demócratas en la Isla y, por supueto, los puertorriqueños estamos divididos- al menos confundidos- sobre la legitimidad y/o deseabilidad del evento electoral. Aparte de la borinqueñísima mogolla que representa el que estadistas, estadolibristas, asociadistas, comonwealthers e independentistas puedan estar alineados a la misma vez con uno u otro de los candidatos demócratas- Clinton y Obama-, existe también la oposición a que los electores puertorriqueños participen en el evento. A los efectos un comité de independentistas, dirigido por el Partido Independentistas Puertorriqueño ha llamado a una manifestación para demostrar rechazo a la celebración de primarias en la Isla.

No es la primera vez que se celebra una primaria demócrata en Puerto Rico y, si ésta la gana Obama, no seria la primera vez que aquí gana un afronorteamericano. En 1988 Jesse Jackson resultó favorecido frente a M. Dukakis en la primaria demócrata en la Isla, aunque después mediante un chanchullo propio de politiqueros el presidente de la delegación puertorra le escamoteó a Jackson los votos que se ganó y se los entregó a Dukakis.

Entonces Puerto Rico tenía 55 delegados, 33 de los cuales eran votados por los electores, los que a su vez escogían otros 18 delegados. El gobernador y cuatro oficiales de gobierno se sentaban en la Convención como superdelegados. Dukakis perdió la carrera por la presidencia frente a George Bush, padre, quien había resultado triunfador en las primaria republicana en la Isla, que para entonces se celebraba en la misma fecha de la demócrata. Entonces como ahora, los electores de la Isla respondían en su gran mayoría al Partido Demócrata con 780 mil electores.

En 1980 y 1984 también hubo primarias demócratas en la Isla. Las de 1980 fueron entre Jimmy Carter (favorecido por el PPD) y Ted Kennedy (favorecido por el PNP) y votaron 850 mil electores. En esas ocasiones las primarias fueron contiendas entre el Partido Nuevo Progresista y el gobernante Partido Popular Democrático para medir fuerzas por el control del Partido Demócrata local y- si los demócratas resultaban partido gobernante, obtener las prebendas, la legislación y los compromisos federales con las respectivas franquicias del status de la soberanía. (Excepto por el tema de “status”, esto mismo ocurre en los estados y territorios de EEUU en las contiendas primaristas pero con menos salsa, plena, reaggaton y caminatas.)

Durante veinte años no se celebraron primarias presidenciales en Puerto Rico. Desde 1992 la delegación demócrata local era escogida mediante el mecanismo de caucus que repartía por partes iguales- entre el PNP y el PPD- los asientos en la Convención. Este año los dos presidentes del Partido Demócrata local, Keneth McClintock (PNP) y Roberto Pratts (PPD)- ambos representantes de Clinton- anunciaron la celebración de un caucus para escoger a los delegados. A principios del año aseguraban la candidatura demócrata se habría de decidirse antes de junio cuando le toca a los demócratas en Puerto Rico expresar su preferencia de candidato. No ha resultado así porque, desde febrero pasado, el virtual empate entre Clinton y Obama puso a los comentaristas a especular si en estas primarias Puerto Rico tendría por vez primera un papel significativo en la selección del candidato demócrata. El desarrollo de los acontecimientos entre la competencia Clinton-Obama ha resultado en precisamente esto: que aunque Puerto Rico no logre un papel decisivo en la elección del candidato demócrata y aunque no vota en las elecciones presidenciales, el voto puertorriqueño es importante a la hora de proyectar a un candidato en el ámbito del elector hispano en EEUU, sector de creciente importancia electoral. Este ángulo no es ignorado por los dos precandidatos demócratas, particularmente a la hora de hacer campaña en estados estratégicos como la Florida, donde los puertorriqueños representan un sector significativo de los electores, según expresa el Washington Post en reciente edición y NPR. La primaria de Puerto Rico es seguida con atención por un millón de ciudadanos en otros territorios de EEUU: Islas Vírgenes, American Samoa, las Marianas del Norte, Gam y otros. Otro ángulo inusual de esta primaria local es, como dije antes, que partidarios y opositores de todo el espectro político se alinien bajo ambos candidatos a la vez: Obama (Bhatia, Acevedo-Vilá, W. Miranda Marín, Hernández Colón- por el PPD- y J. Pierluissi, Norma Burgos- por el PNP) y Clinton (Pratts, Hernández Mayoral- por el PPD- y Keneth McClintock, Romero, Ricky Rosselló- por el PNP). Hay también independentistas- de varias intensidades- en la periferia de la campaña de Obama. Es también de notar como escribe Jesús Dávila en El Diario la Prensa que- en cuanto al Partido Popular- la alineación con los candidatos responde a la lucha de facciones al interior del PPD. Las encuestas locales señalan a Clinton como la candidata preferida para prevalecer en la primaria. La candidata, su esposo- el expresidente Clinton- y su hija Chelsea han dedicado tiempo y recursos extraordinarios a la campaña local, han visitado más de 40 municipios y mantenido una constante presencia de medios. Además de los ofrecimientos que al igual que su opositor Barack Obama ha hecho a los puertorriqueños (programa de salud, trato a veteranos, participación en el SSI, y aceptar la decisión de status que escogan los puertorriqueños) Clinton le ha ofrecido a Puerto Rico el voto presidencial, igual que hizo con Guam durante las primarias en el territorio. Los líderes de la facción gobernante del PPD buscan que su adhesión a la candidatura de Obama-
el candidato con mayores probabilidad de llegar a Casa Blanca- les coloque en condiciones de detener cualquier gestión en la esfera federal que afecte la permanencia del status actual del ELA.

Las relaciones de Obama con la facción del PPD en el poder vienen por vía de Luis Gutiérrez, congresista de Illinois- home state del candidato. Gutierrez es desde los 1990 un aliado de los sectores independentistas afines al gobernador actual, AKA “melones”. Se comenta que fue Gutiérrez quien redactó la carta que Obama le envió al Gobernador Acevedo Vilá
a cambio de su endoso, en la que reconocía la legitimidad de cualquier estatus que escogieran los puertorriqueños y en la que- según la interpretación del gobierno local- contradecía las conclusiones del Task Force de Casa Blanca en cuanto a la naturaleza territorial del actual estatus de Puerto Rico. A la fecha de esa carta, el gobernador Acevedo Vilá no había sido acusado aún por delitos de violación a la ley electoral federal y su partido no se encontraba en la crisis actual por la que hoy atraviesa.

A la expectativa con las primarias locales no podía faltar la oposición de organizaciones independentistas y de un sector de la facción “soberanista” del PPD representada por Luis Vega y Charlie Hernández. La campaña contra la celebración de primarias presidenciales en la Isla ha cuajado en una coalición de grupos independentistas que anuncian una marcha en la isleta del Viejo San Juan el domingo próximo. La convocatoria ha sido seguida de un media tour en el que los portavoces de la coalición instan a los electores a no participar en la primaria presidencial.

El llamado al boicot tendrá poco impacto en el electorado puertorriqueño. La primera razón es que una buena parte de los miembros y grupos que convocan representan la tradicional postura anti-electoral de un sector del independentismo, pero sabido es el alto índice de participación electoral en la Isla. Además, aunque existe un partido independentista que participa en las elecciones, éste se ha negado consistentemente a utilizar el mecanismo de primarias abiertas para escoger sus candidatos a puestos electivos. La segunda razón es que los electores puertorriqueños sabe que, con excepción de una reducida facción del independentismo, el liderato local de todos los partidos, facciones y tendencias políticas no desaprovecha cualquier oportunidad para participar en el proceso electoral o político de EEUU y obtener infuencias y capital político. Sólo que, en la mayoría de las ocasiones, se traslada a territorio continental para hacerlo.

En el caso del PPD dicha participación se ha dado desde la década de los 1940, época en que a los políticos estadistas republicanos de la Isla no se les ocurría hacer campaña en New York. La alcaldesa Felisa Rincón del PPD fue, desde la década de 1940 y hasta el 1994,
delegada vitalicia demócrata y fue pionera en la participación de políticos de la Isla en la política electoral de EEUU. La alcaldesa Rincón viajaba con frecuencia a la ciudad de NY para hacer campaña en la comunidad boricua a favor de candidatos demócratas. Desde entonces, se hizo común que los líderes del PPD participaran en las elecciones en EEUU mendiante campañas y recursos prestados a candidatos demócratas. Conforme creció la población boricua en ciudades de EEUU y la importancia del voto boricua y “latino", el apoyo del PPD a candidatos demócratas se convirtió en importante capital político que rindió significativos dividentos al Partido Popular. Por ello cuando ocupa el gobierno, el PPD le llena las arcas a PRFA (Puerto Rico Federal Affairs) para que realice campañas de inscripción de electores en distritos de densidad boricua. La ex gobernadora Sila María Calderón (2001-2004) fue, además, la primera líder del PPD en hacer campaña por candidatos del Partido Republicano: el gobernado Pataki y el alcalde Bloomberg en New York y el gobernador republicano Jeb Bush en la Florida. Esta “intromisión” de políticos puertorriqueños en la política estatal, municipal o federal de EEUU se realiza a partir de una particular concepción de lo "nacional" dibujada con líneas de expresión racial que se utiliza para instar a los puertorriqueños en EEUU a que obvien sus intereses como ciudadanos de sus estados y municipalidades y voten según le indican los líderes de su país. Que sepamos esta colonización del accionar político de las comunidades puertorriqueñas no ha sido cuestionada ni se hace llamado a que se respete su autodeterminación.

En adición, en décadas recientes los independentistas ha participado en procesos electorales de EEUU, tanto a nivel federal, estatatal y municipal. En las elecciones de 1992, Rubén Berríos, presidente del PIP, hizo campaña en New York por el precandidato demócrata Jerry Brown, a quien Berríos consideraba simpatizante de la independencia de la Isla. De esa época data, también, la operación de una oficina permanente del PIP en Washington a cargo de un Secretario de Asuntos con Norteamérica. Durante la última década un sector indepententista en la Isla también ha recabado fondos para la campaña del representante al Congreso por Illinois, el representante Luis Gutierrez. El demócrata de ascendencia puertorriqueña, quien ha ocupado su cargo por ocho términos, es allegado cercano a la campaña del candidato Obama. Gutiérrez es cercano aliado, también, de un sector independentista en la Isla y del actual gobernador Aníbal Acevedo Vilá. En febrero pasado un blog local reproducía un artículo de Jesús Dávila en El Diario La Prensa informando que el grupo "Independentistas con Luis Gutiérrez" se aprestaba a iniciar una campaña de donativos a favor del candidato. Las invitaciones a un actividad para levantar fondos a favor del congresista se repartían en la Isla en una unión filial a la SEIU-Change to Win, dirigida por el sindicalista de NY, Dennis Rivera. En las elecciones del 2004 el Representante Gutiérrez, quien es respaldado por el American Jewish Committee y la SEIU convocó a los independentistas a votar por Aníbal Acevedo Vilá. Estos datos hacen evidente el trueque de influencias y favores entre políticos de la colonia y de la metrópoli para beneficiar sus respectivas agendas. Los independentistas tampoco son ajenos a las campañas para la elección de politicos en la ciudad de New York. Tal es el caso del grupo que viajó desde Puerto Rico a NYC para la campaña por la alcaldía de Fernando Ferrer.

Huelga comentar acerca del gran de capital político que obtuvieron en Vieques numerosos políticos de EEUU durante la jornada final contra la Marina.

La posición del independentista Noel Colón Martínez en cuanto a las primarias presidenciales en la Isla no es del todo en oposición a las mismas. En un reciente artículo, el dirigente independentista contraviene el planteamiento de que lo que ocurra con la campaña presidencial en EEUU no es asunto nuestro. Colón Martínez demuestra simpatía hacia Obama a quien describe como un candidato, quien en su opinión “intenta un serio reconocimiento de una nacionalidad puertorriqueña y que coloca en primer plano la Asamblea Constitucional de Status como mecanismo adecuado para resolver el problema del estatus político”. Queda por ver, desde luego, si éstara será la posición de Obama cuando ocupe Casa Blanca.

Además de que los políticos puertorriqueños por lo general, desde hace seis décadas, intervienen en los procesos electorales en EEUU, una buena parte participa también en foros en los que se formula la opinión de sectores de influencia política en EEUU y a los que los electores comunes de Puerto Rico no tienen acceso. Estas instancias de participación en la vida política de EEUU incluyen la participación en la vida política en Washington DC, mediante cabilderos en el Congreso y Casa Blanca, campañas de PRFA en Washington y en estados con población puertorriqueña y enviados especializados. Incluyen también el acceso a foros de la Academia en la cual con frecuencia se vierten los puntos de vistas de ideólogos y políticos puertorriqueños.  La participación de puertorriqueños con mayor capacidad financiera incluye  también las aportaciones económicas a campañas de políticos de EEUU.  Las elites políticas de la Isla también gozan de acceso directo a los medios de prensa y comunicación. Dicho acceso directo a los centros del poder y de formación de opinión pública, les otorga una posición privilegiada en la formulación de percepción que tienen los ciudadanos de EEUU sobre Puerto Rico.

Dada estas circunstancias, el común de los puertorriqueños interpretarán esta convocatoria a no participar en la próxima primaria presidencial como una proposición poco generosa con el electorado local, cuyos poderes democráticos son tan reducidos, y que ven en éste ejercicio electoral una de las pocas oportunidades de resarcirlos, aunque de manera limitada. Concurro, no obstante, con la apreciación de comentaristas que anticipan la posibilidad de una participación menor que la esperada. Es posible que los electores puertorriqueños hallan perdido un poco el interés en participar ante el espectáculo de tanta busconería de los políticos locales que se arrastran como sea a la carroza de la victoria y al reparto de influencias y prebendas. Tanto politiquero robacámara puede producir un efecto de overkill que resulte en antipatía, fatiga, confusión y desmovilización del electorado. De resultar así la culpa o el mérito de una primaria apagada no sería de los que convocan al boicot. Tampoco la culpa la tendrían los candidatos demócratas; la tendrían (usando una reciente frase de un bloguero) “los imbéciles detrás de ellos”.

2 comentarios:

Z. Teruoc dijo...

Myrisa—No se si me equivoco pero estoy bajo la impresión de que Gilberto Concepción de Gracia llegó hasta a hacer campaña por Vito Marcantonio en NY…

Myrisa dijo...

Sí, aunque, según entiendo, lo hizo mientras era residente de New York, donde trabajó en las causas de derechos civiles de trabajadores hispanos y otras minorías. Pero, igual muestra la participación de dirigentes puertorriqueños en la vida política de EEUU.