Al cumplirse 40 años del asesinato de Martin Luther King, Jr.
Cuando Martin Luther King fue asesinado en la primavera de 1968 ya su labor como dirigente contra la segregación de los ciudadanos de EEUU de origen africano había culminado en una victoria del movimiento de los derechos civiles con la Ley de Derechos Civiles en 1964 y la Ley de Derechos de Sufragio (Voting Rights Act) de 1965. Desde el formidable movimiento que se nucleó en torno a su liderato, King pudo conocer más de cerca a su país y descubrió realidades que ignoraba al iniciarse en el movimiento de derechos civiles. La cobertura mediática nos muestra- año tras año- sólo al Reverendo King de la lucha del pueblo afronorteamericano y poco nos dice del líder que en los últimos años antes de su asesinato descubrió el arcoiris en que se manifiestan la opresión y la violencia social.
Mientras dirigió el movimiento que daría al traste con el régimen de segregación racial de EEUU, King pudo observar las condiciones del pueblo blanco pobre, de las minorías migrantes y comprendió los reclamos de las mujeres y los estudiantes. Su vocación con la verdad le llevó a descubrir la relación entre la situación del afro norteamericano y las condiciones de pobreza y opresión presentes en la sociedad en general. En 1968 tras mucha reflexión- y a veces enfrentando la oposición de algunos allegados que entendían el movimiento sólo debía atender los reclamos del pueblo negro- King había acometido una nueva etapa de la lucha, convocando una gran alianza nacional contra la pobreza que ampliaba los reclamos del movimiento de derechos civiles abrazando la perspectiva de justicia social para todas las clases empobrecidas y grupos marginados.
En el mes de marzo y al comienzo de abril, King empeñó su poder de convocatoria en la organización de una serie de protestas no violentas de ocupación de los espacios públicos en Washington D.C. que durarían 60 días hasta culminar en una manifestación masiva el 15 de junio. La Poor People’s Campaign (La Campaña del Pueblo Pobre) que King convocó durante el año electoral habría de reclamar de la administración Johnson y del Congreso la implantación de un plan de alivio a la pobreza de $30 B anuales. King proponía cambios en las estructuras del poder y en el ordenamiento de las prioridades nacionales, destacando la necesidad de terminar con la Guerra en Vietnam para invertir el presupuesto de guerra en la lucha contra la pobreza y el racismo. Los reclamos de la campaña incluían la implantación de un plan de empleo pleno, un ingreso anual garantizado y la construcción anual de un mínimo de medio millón de viviendas a bajo costo. Estas medidas hubiesen significado una de las más importantes instancias de redistribución del ingreso nacional con fines sociales y el más importante en condiciones de expansión económica.
El Poor People’s Campaign había logrado la adhesión de sindicatos, grupos de derechos civiles, grupos estudiantiles y elementos del clero en lo que King pensaba sería una gran coalición permanente entre blancos y negros. El evento masivo del 15 de junio, recordaria a la nación la histórica Marcha a Washington de 1963- evento culminante de la lucha contra la segregación racial- y anunciaría el inicio de una gran coalición de clase y grupos oprimidos por reclamos de justicia social. Durante esta nueva campaña, King denunció el espejismo ideológico del racismo afirmando que el blanco pobre había sido sometido a condiciones de ceguera social y prejuicio, desde las que se sentía obligado a apoyar a sus opresores a cambio de un falso sentido de superioridad al que se entendía acreedor por tener la piel blanca, cuando apenas ganaba los suficiente para comer. King prometió traer a la capital de su nación a “las masas cansadas, pobres y explotadas”.
A finales de marzo, MLK encabezó una marcha de 15,000 personas en Memphis en solitaridad con la huelga de los basureros de la ciudad en la que murió un joven negro y tras la cual la Guardia Nacional del estado ocupó la ciudad. El día de su asesinato, el 3 de abril se encontraba en Memphis nuevamente a petición del Rev. James Lawson, firme aliado de la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur desde sus primeras luchas en la década de los 1950. Los trabajadores del sistema de recogido de basura municipal de Memphis, en su mayoría negros, se enfrentaban a una estructura política recalcitrante dominada por políticos racistas. En su sermón del 3 de abril en el Templo Masón de Memphis, King fustigó a la Prensa nacional por destacar los incidentes de violencia de la demostración anterior, mientras omitía mencionar la huelga de 1,300 trabajadores y las injusticias de la ciudad de Memphis. King cerró su alocución con frases de presagio desde las que quiso comunicar la experiencia de trasmutación de la vida temporal en la eternidad experimentada en el amor al prójimo. Frases, éstas, que se instalaron en la emoción de nuestro tiempo: “He visto la Tierra Prometida. Puede que no llegue a ella con ustedes. Pero quiero que sepan esta noche, que nosotros, como pueblo, llegaremos a la Tierra Prometida”. Y con fuerza concluyó: “No temo a ningún hombre. Mis ojos han visto la gloria de la llegada del Señor”. Al día siguiente Martin Luther King, Jr. entregó su vida en testimonio de su inquebrantable fe en la inevitabilidad de un mundo mejor.
Los últimos años de MLK han sido recogidos en la biografía por Taylor Branch, At Canaan's Edge: America in the King Years, 1965–68.
6 comentarios:
Cuando Martin Luther King dijo que había visto la tierra prometida, aunque no llegaría a ella con sus compatriotas, estaba haciendo referencia clara a la historia de Moises "Quien saco al pueblo de la esclavitud en egipto pero no llego a la tierra prometida".
Sin embargo, ante la falta de moises, el pueblo siguió caminando hacia la tierra prometida. En USA el pueblo dejo de caminar hace rato hacia la tierra prometida, en gran medida por la falta de lideres verdaderos. Es hora de seguir caminado hacia esa tierra soñada por Martin Luther King. A quien deberá el pueblo Americano seguir para dirigirse hacia ese objetivo?
Creo que ese es parte del legado de King: que nunca abandonemos nuestros sueño por un mundo definido por valores de justicia y de hermandad entre todo los seres humanos. La tierra prometida no es, en mi opinión, un lugar geográfico; es una conciencia social. Creo que, aún tras su muerte, se ha andado camino aunque dando tumbos. Y aún queda mucho, pero lo importante es que caminemos.
@daniel mora:
Dos ejemplos: Ron Paul y Dennis Kucinich.
Si no te suenan, es normal, porque los grandes medios les han dado de codo.
Seguro que me suenan. Sigo a Kucinich desde su primera pre-candidatura presidencial en el 2004. Y a Ron Paul desde que lanzó su campaña por la candidatura a la presidencial por el Partido Republicano. Ambos representan posiciones progresistas en sus respectivas colectividades demócrata y republicana. Y es cierto que los grandes medios le han querido dar de codo. Pero a Paul, por ejemplo, ni Fox podia evadirlo porque ganaba los polls después de los debates de los candidates presidenciales republicanos. De esta manera llegaron sus planteamientos a mucha gente. Y en la Internet hay una gran comunidad organizada en torno a esos principios que Paul sustenta de recuperar la consititución. De hecho habrá una actividad nacional el próximo 15 de abril, la fecha en que los ciudadanos entregan sus informes de ingresos y pagan contribuciones federales, porque sabes que el movimiento de libertarios republicanos sostienen que el IRS es ilegal y que la Constitución no autoriza al gobierno federal a cobrar impuestos sobre ingresos individuales.
@Myrisa:
El comentario lo dirigía a daniel mora.
De ti (perdona la licencia para tutearte) no me cabe duda que sepas de eso o más.
El Rev. King será un ejemplo para todas las generaciones por venir. Durante la huelga de maestros hace unos meses atrás mientras estaba en la línea de piquete con mi megáfono recitaba citas del Rev. King y relataba datos históricos relacionados a su movimiento. Su ejemplo fue lo que me mantuvo durante toda la huelga.
Publicar un comentario