2013-06-10

A Obama le sale otro Bradley Manning

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El gobierno de Obama ha procesado más confidentes de Prensa que todas las administraciones anteriores juntas.  Su Departamento de Justicia todavía no ha acusado a ningún oficial por los crímenes de tortura de Bush.  En contraste, aunque hay leyes que protegen a quienes delatan crímenes cometidos por el gobierno (los llamados whistleblowers), el Presidente Obama opta por acallar conciencias con  la Ley de Espionaje, un estatuto adoptado durante la Primera Guerra Mundial para prohibir a los ciudadanos a prestar auxilio al enemigo.  Obama la ha empleado para perseguir a empleados de gobierno o relacionados al gobierno que denuncian ilegalidades de parte de alguna agencia. Justicia, además, ha perseguido a periodistas que han dado a conocer información filtrada. Los casos más recientes son los de Associate Press y James Rosen de Fox News. El Departamento de Justicia llego al extremo de mirar el contenido de correos electrónicos de Rosen y designarlo como co-conspirador en la orden de allanamiento  contra al contratista que filtró información respecto al programa nuclear de Corea del Norte.  El caso más dramático es el de Bradley Manning, el private que reveló información de crímenes de guerra cometidos en Irak y Afganistán que fueron publicados por Wikileaks.  El gobierno le ha mantenido tres años en confinamiento extremo.  Esta semana apenas comienza el juicio marcial en su contra.

Varios de los oficiales de gobierno que fueron acusados bajo la administración Obama, filtraron información confidencial durante la administración Bush.  En el 2010 Jeffrey Sterling, ex agente de la CIA, fue acusado por revelar aspectos de la guerra secreta de EEUU contra Irán. En el 2012, John Kiriakou fue acusado por revelar información clasificada que apareció en un artículo en el NYT sobre los métodos ilegales de interrogación de prisioneros de guerra bajo Bush.  Kiriakou fue uno de los primeros oficiales de inteligencia en denunciar que la llamada técnica de interrogación mejorada de Bush no era otra cosa que tortura. Fue acusado y sentenciado a treinta meses de prisión durante la presidencia de Obama. Tres periodistas recibieron subpoenas para obligarlos a declarar si habían recibido información del agente. Thomas Drake un alto ejecutivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) fue acusado de espionaje por revelar al Baltimore Sun un patrón de gasto dispendioso, disfuncionalidad burocrática y prácticas de dudosa legalidad en los programas contra el terrorismo de la agencia.  Aunque los hechos ocurrieron en el 2007 bajo la Casa Blanca de Bush, Drake fue acusado por el Departamento de Justicia de Obama en 2010.

A mediados de esta semana el periodista Glenn Greenwald de The Guardian reveló que bajo una orden judicial obtenida por el FBI la telecomunicadora Verizon ha venido obligada a entregar a diario la información de comunicaciones de sus clientes en EEUU a la NSA.  La información requerida permite que la NSA tenga acceso a información de a quien, cómo, cuándo y desde dónde un individuo se comunica con otro.  Días más tarde el Washington Post y The Guadian publicaron un power-point que revela que la NSA opera un programa de acceso a todas las comunicaciones que se realizan a través de Google, Yahoo, Skype, Facebook, Apple, YouTube y otros gigantes del Interneet y que el país entero viene siendo espiado sin su conocimiento previo.   Tras la información, el New York Times que había sido el más decidido aliado de Obama publicó un artículo de su junta editorial rechazando las explicaciones de Obama y la Senadora Feinstein de la Comisión de Inteligencia. El Presidente, dice el NYT ha perdido toda credibilidad en cuanto a este asunto. Concluye con la necesidad de eliminar el Patriot Act que ha dado excusa a dos administraciones para procurarse una autoridad que no le confieren ni la Constitución ni las leyes.

Justo cuando oficiales de gobierno han insinuado que Justicia investigará la filtración del espionaje de la NSA y se anticipaba una nueva campaña persecutoria contra los periodistas y medios asociados,  el responsable de la filtración se da a conocer mediante una entrevista con Glenn Greenwald y Ewen MacAskill de The Guardian. Edward Snowden reveló que es un empleado de una empresa contratista de NSA que tuvo relación directa con la operación de PRISM.  Revela que el programa permite que un analista escoja e intervenga las comunicaciones de cualquier ciudadano.  Explicó que una persona no tiene que haber hecho nada ilegal, simplemente levantar sospechas a causa de una llamada recibida por error para que se use toda la información guardada para probarle delito. Expreso que el público tiene derecho a conocer esta infraestructura de absoluta intervención en la privacidad de los ciudadanos que constituye una liquidación de la Enmienda Cuarta y decidir si debe continuar.

Justo en el comienzo del juicio militar contra Bradley Manning aparecen nuevas revelaciones de actividad criminal de parte de quienes se supone han sido elegidos para proteger la ley.  Cuán revelador que a pesar de la persecución del gobierno de Obama, más ciudadanos se decidan a arriesgar sus carreras, sus vidas confortables y su libertad para denunciar el abuso del poder constitucional y cuán paradójico que estas transgresiones ocurran, también, bajo el mando de aquel que prometió al pueblo americano una era de transparencia y esperanza.

La entrevista con Snowden aquí.

1 comentario:

Prometeo dijo...

Y eso que los EEUU s una democracia ejemplar...

Adelante y éxito.