Obama: "El Presidente de EEUU no tiene autoridad constitucional para autorizar un ataque militar unilateralmente."
"... cuando no se trata de detener una amenaza a la nación, presente o inminente ". Eso fue en el 2007 cuando Obama era un senador de EEUU, era precandidato a la Presidencia y hablaba conrta el Partido Republicano gobernante. Eso era cuando se refería a las intenciones de Bush de bombardear a Irán. Ahora Obama es el Presidente. Ahora se trata de bombardear a Libia interviniendo en una guerra civil y el Presidente dice otra cosa. Pero el Presidente, que fue profesor de Derecho constitucional, sí sabe que el Congreso tiene que consentir antes que el Presidente inicie acción militar y para justificar la intervención militar en Libia se ve precisado a argumentar que Gadafi representa peligro real e inminente para EEUU. El texto del 2007 en el Boston Globe:
The President does not have power under the Constitution to unilaterally authorize a military attack in a situation that does not involve stopping an actual or imminent threat to the nation.
El Vice-presidente Joe Biden, quien constitucionalmente preside el Senado, también sabe que el Ejecutivo no tiene autoridad legal para iniciar acciones armadas contra un país sin la aprobación del Congreso. Este era Joe Biden en el 2007 cuando Bush hablaba de bombardear a Irán sin autorización y alegando daño inminente a la seguridad de EEUU:As Commander-in-Chief, the President does have a duty to protect and defend the United States. In instances of self-defense, the President would be within his constitutional authority to act before advising Congress or seeking its consent. History has shown us time and again, however, that military action is most successful when it is authorized and supported by the Legislative branch. It is always preferable to have the informed consent of Congress prior to any military action. (Nuestro subrayado)
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, era precandidata presidencial en el 2007 y ofreció comentarios similares a los de Obama cuando se le preguntó en cuanto a la pretendida autoridad del Presidente Bush para bombardear a Irán sin consultar a nadie y aludiendo un peligro inminente a la seguridad nacional. Los comentarios de Hillary fueron vertidos también para el Boston Globe.
En el 2011, EEUU está en medio de un difícil proceso de reducción de un presupuesto en déficit. La crisis financiera consumió una trillonada del gobierno federal. Una década y dos guerras y media (Irak, Afganistán y Pakistán) han drenado sus recursos fiscales. El país es hoy renuente a la guerra. El pueblo de EEUU desea que los recursos nacionales se inviertan en sus ciudadanos, en la recuperación económica y en la reducción del déficit fiscal.Un grupo de congresistas de ambos partidos cuestionan abiertamente la decisión del Presidente de obrar sin consultar al Congreso. Algunos ponen en duda las motivaciones reales para la guerra. En la Cámara por el Partido Demócrata se expresa , Ed Markey (MA)- quien asegura que el motivo es el petróleo-, Dennis Kucinich (OH), Barbara Lee (CA), John Larson (CT) y los republicanos Ron Paul, Candice Miller (MI), y Roscoe Bartlett (Md) del Comité de Servicios Armados- quien calificó la acción de Obama como una afrenta a la Constitución y le recordó al Presidente que EEUU no tiene ejércitos reales. En el Senado, destacan en la oposición al Presidente, Dick Lugar (R-Ind), Jim Webb (D-VA), John Cornyn (R-TX) y Walter Jones (R- NC) del Comité de Servicios Armados que se colocó contra la guerra de Irak , Scott Rigel l(R-Va) y Rand Paul (R-Tea Party- KY).
El Presidente informó al país de la intervención en Libia desde Santiago de Chile, primer parada de un viaje de acuerdos comerciales, y desde entonces las críticas a Obama han acaparado la discusión pública y se han convertido en tema principal en noticiarios, paneles de discusión pública e innumerables foros electrónicos. Una carta del Presidente al Congreso, aparentemente, debía aplacar el enojo público. En su carta, Obama afirma que la participación de EEUU es por tiempo muy limitado (días no semanas) y hace una forzada justificación de la intervención de EEUU en la guerra civil libia a base de la defensa de lejanos e imprecisos intereses nacionales. En resumen, en su carta, el Presidente argumenta que si Gadafi sofoca la rebelión, resultará un éxodo de libios a otros países como Egipto, lo que producirá una "inestabilidad" indefinida que a la larga afectará intereses de seguridad nacional de EEUU que la carta no especifica. Conclusión: no podemos permitir que Gadafi sofoque la rebelión. La pregunta es ¿a cuántos congresistas y ciudadanos podrá Obama convencer con ese argumento cuando regrese esta tarde a Washington? La carta de Obama puede leerse aquí.
Además de la lógica de una guerra preventiva de intervención humanitaria, la Casa Blanca echó mano del argumento favorito de los neocons: la guerra contra el terrorismo. John O. Brennan, principal asesor contra-terrorismo hace una vaga explicación del peligro de terrorismo que pudiera representar Gadafi, dado que- aun cuando reingresó a la legalidad internacional tiene un record de promoción de terrorismo que data de la guerra fría. En cuanto al resto de la retórica intervencionista, aparte el falso argumento de los armas de destrucción masiva, los argumentos son los mismos de Bush: se trata de un tirano, asesina a su pueblo, llevaremos la democracia... El argumento non plus ultra, el del multilateralismo, el de la coalición que todo lo justifica, tampoco se sostiene, especialmente de parte de gente que condenó a Bush por actuar unilateralmente, pues, de hecho, la coalición de Obama es más reducida que la de Bush. En una nota más sobria y mejor informada, Robert Friedman advierte la diferencia entre los recientes movimientos insurgentes en el Magreb y el Medio Oriente, unos en países verdaderos con una larga historia de asentamiento territorial y sólida identidad nacional como Egipto, Tunisia y Marruecos y otros- en contraste- que son Estados artificiales dibujados por la pluma de las viejas potencias coloniales como Irak, Bahrain y Libia y en las que la política se define por la dominación de una tribu por otra. No ha sido coincidiencia, dice Friedman, que la oleada protestaria naciera en Tunisia y Egipto.
1 comentario:
Aquí están el cambio y la esperanza. Tanti bien que se podría hacer con tanto poder. Al final no es mas que otro impero, pero uno que invierte en hacer creer a su distraído pueblo que vive en una democracia. Igual son más honestos los chinos, que no se molestan en montar espectáculos electorales que son la competencia de quien gana más.
Publicar un comentario