El 4 de noviembre los blogueros nos unimos a la protesta mundial que reclama el fin de la represión de la junta militar contra el movimiento de protesta civil en (Myanmar) Birmania y en apoyo a la pacífica Revolución de Azafrán. Y el 6 de noviembre se llevará a cabo una protesta mundial en reclamo de los derechos humanos de sus ciudadanos.
Esta nueva jornada de protestas contra la claque militar que gobierna contra la voluntad popular es renuevo de una lucha de más de dos décadas por el ejercicio de libertades civiles. Las protesta se reinician en abril cuando, siguiendo las recomendaciones del banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, el gobierno militar decretó alzas en los precios de los productos combustibles, industria controlada por el estado. Los primeros protestantes son arrestados. Pero la protesta crece con la incorporación de miles de monjes budistas del linaje Therevada, practicado por el 86% de la población y el de mayor antiguedad en el budismo. El habito color azafrán de los monjes en protesta ha dado nombre a esta jornada. La junta responde cerrando los monasterios, encarcelando y matando manifestantes. Hoy se reportó que, en la noche, los militares se meten en las casas de los ciudadanos y los secuestran. Han sido prohibidas las cámaras, los teléfonos celulares y el acceso al Internet ha sido suprimido, lo que incluye el cierre de los cafenets. Mientras tanto como en décadas pasadas desde que se viene denunciando el gorilismo contra una población indefensa la ONU y EEUU sólo han prestado apoyo de boca.
Birmania tiene mucho petróleo y gas natural
El llamado a boicotear económicamente a la junta militar gobernante ha caído en los oídos sordos de las corporaciones petroleros como Chevron-Unocal, alma mater corporativa de la actual secretaria de estado de EEUU, Condi Rice. Chevron, la petrolera francesa Total y una petrolera tailandesa son socios de la junta militar en la explotación del gas natural. El gas llega a Tailandia por medio del gasoducto de Yadana construido con la mano de obra esclava de miles de seres humanos reducidos a la servidumbre por el regimen actual. Unocal, la compañía para la que trabajó el ex-secretario de defensa Ronald Rumsfeld- uno de los arquitectos de la invasión de Afganistán e Iraq- fue la codueña original del gasoducto. Tras ser llevada a los tribunales por EarthRights International por emplear mano de obra esclava, Unocal aceptó un arreglo extrajudicial y acto seguido fue adquirida por Chevron. El regimen se sostiene, además, por el apoyo que recibe de sus poderosos vecinos: China, India, Pakistan, que tienen también puestos sus ojos en las ricos yacimientos de hidrocarburos y gas.
Hace unos días, el ganador del Nobel de la Paz Desmond Tutu advirtió a China que si no apoya los reclamos de libertad del pueblo de Birmania convocará a un boicot de los Juegos Olímpicos de China. Birmania ha resultado ser junto a Somalia el país de mayor corrupción en 2007 según la ONG, Transparency International. La supresión de los accesos a medios de comunicación de uso corriente abonan y demuestran las alegaciones de corrupción y violación sistemática de los derechos ciudadanos.
Incluí arriba un video sobre la historia de los recientes acontecimentos.
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